Existen diversas situaciones en las que es necesario valuar un negocio, tales como garantizar el cumplimiento de pago de créditos fiscales, garantizar o exigir el cumplimiento de obligaciones comerciales o corporativas, ya sea ante autoridades judiciales o de manera privada, o dentro del proceso de compra de una empresa en el que sea necesario avenir a las partes sobre el monto en el que debe llevarse a cabo la operación.
El valor de una empresa con frecuencia es determinado por el valor de los activos con los que el negocio lleva a cabo sus actividades comerciales, mismo que se conoce como valor en libros. Este enfoque de valor por si sólo resulta insuficiente para determinar el verdadero valor de un negocio en marcha. En otras palabras, todos los negocios deberían tener un valor superior a su valor en libros, por ello el objeto de valuar un negocio consiste en determinar que tan grande puede llegar a ser esa diferencia. Entre mayor sea esa diferencia, mayor valor se estará generando para los accionistas.
El valor de un negocio radica fundamentalmente en su capacidad actual y potencial de generación de ingresos. Por ello, el enfoque más aceptado a nivel mundial para la valuación de negocios es el de flujos de efectivo descontados. Con el objeto de proyectar los flujos de efectivo que será capaz de generar una negociación, es necesario tomar en consideración múltiples aspectos micro y macroeconómicos, tales como la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto, el nivel de competencia entre las empresas del sector de que se trate, la existencia o amenaza de productos sustitutos, la estrategia y sustentabilidad del modelo de negocios, así como las ventajas competitivas del mismo. En el proceso de proyección de flujos de efectivo, en muchas ocasiones es necesario reconstruir la información aportada por la negociación tomando en cuenta estándares de inversión y porcentajes operativos comunes en la industria de que se trate. Por otra parte, para determinar la tasa de descuento que habrá de tomarse en cuenta para descontar los flujos de efectivo, es necesario considerar múltiples factores macroeconómicos que influyen directamente en la determinación del riesgo sistemático al que está expuesto cada empresa, tales como las tasas de interés, el riesgo país de México, el comportamiento bursátil, así como el riesgo del sector en el que opera la empresa que se esté valuando. Finalmente, en el caso de empresas no públicas, algunas veces en el proceso de valuación de negocios es necesario tomar en consideración algunos ajustes por concepto de premios y castigos derivados de la falta de bursatilidad o de tenencia minoritaria de acciones.